Ni un año ha pasado desde que se inaugurara la reforma de esta céntrica plaza y ya ha dado tiempo a que se produzcan los primeros actos vandálicos en forma de 'graffiti' en las bases de las farolas y de rallar éstas con objetos punzantes. Y estamos, probablemente, ante el inicio de lo que será un futuro ensañamiento con el mobiliario urbano de este espacio.
En vista que nada se puede hacer en materia de educación ciudadana porque siempre sucede lo mismo, no estaría de más la instalación de cámaras de videovigilancia continua a fin de disuadir a esa panda de incivilizados.
Por cierto, que el Carnaval está a la vuelta de la esquina. Veremos en qué estado quedarán éste y otros espacios públicos de la ciudad tras dicha fiesta, convertida últimamente en un desmadrado "alcoholódromo".
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario